Fruits Basket o “Furuba” como la abrevian en Japón nos narra la historia de Honda Tooru. Una joven cuyo padre murió cuando ella era muy niña, y que acaba de perder a su madre hace muy poco tiempo. En principio ella debería irse a vivir con su abuelo, pero diversas circunstancias hacen que de momento eso no sea posible, y que durante un breve período de tiempo deba alojarse con alguna amiga. Desgraciadamente sus amigas no lo tienen tampoco fácil, así que Honda tiene una brillante y absurda solución. Vivir en una tienda de campaña en medio de la montaña y trabajar para ganarse la vida mientras continua sus estudios. Eso deprimiría a cualquiera, pero Honda tiene una moral a prueba de bomba. Muestra a los demás siempre una sonrisa aunque por dentro esté destrozada. No exterioriza sus sentimientos fácilmente hacia los demás. O mejor dicho, no quiere que los demás se preocupen por ella.
Poco tiempo después, por circunstancias aún mas extrañas acabará viviendo en una casa con un compañero de instituto y algunos de sus parientes. Nada de lo que piensan algunos depravados, es más simple. Ella es buena en las labores de la casa, y ellos son unos auténticos desastres de manera que todos salen ganando. Lo malo es que sobre esa familia pesa una maldición que hace que algunos de sus miembros se transformen en animales pertenecientes a los signos del zodíaco chino cuando son abrazados por una persona del sexo contrario. Algo que puede parecer gracioso a primera vista y que puede dar lugar a muchas situaciones divertidas, pero que si uno lo piensa bien tiene poco de gracioso y la palabra “maldición” está plenamente justificada.
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